La belleza puede ser reforzada con una buena
educación, la cual puede ser adquirida a través de las normas de etiqueta y
cortesía, que son imprescindibles para
las relaciones sociales del ser humano, ya que los principios rigen la
conducta humana y su objetivo es facilitar la vida en común.
De acuerdo
con la escritora francesa Louise de
Vilmorin, la cual define: “La cortesía es el deseo de no ofender a nadie, de
ser agradable en forma natural y que las malas maneras son un atentado contra
la propia dignidad. Existen ciertas reglas de comportamiento en la vida y
seguirlas hace más fácil y grata la convivencia.”
La cortesía es un comportamiento humano de buena
costumbre; en la mejor expresión es el uso práctico de las buenas costumbres o
las normas de etiqueta. Es un fenómeno cultural definido y lo
que se considera cortés en una cultura puede a menudo ser absolutamente grosero
o simplemente extraño en otra.
Los sociólogos
Penélope Brown y Stephen Levinson identificaron dos clases de
cortesía, derivando del concepto de Erving
Goffman de imagen (face en
inglés):
Cortesía negativa: Haciendo una petición menos transgresora, por ejemplo: si a usted no le importa... o si no es demasiada molestia...;
respeta el derecho de una persona de actuar libremente. Significa deferencia. Hay un mayor uso de
elementos indirectos del discurso.
Cortesía positiva: Busca establecer una relación
positiva entre las dos partes; respeta la necesidad de una persona de gustar y
de ser entendido.
Los elementos
directos del discurso, los juramento y las máximas de Paul Grice se pueden considerar aspectos de la cortesía positiva porque:
§ Demuestran el conocimiento de que la relación es bastante fuerte para hacer
frente a lo que normalmente sería considerado descortés (en la comprensión
popular del término);
- § Articulan un conocimiento de los valores de la otra persona, que satisface el deseo de la persona de ser aceptado.
- § Algunas culturas parecen preferir una de estas clases de expresión de cortesía. De esta manera la cortesía está culturalmente definida.
Las normas de cortesía
subrayan que siempre que se encuentre con personas que no se conozcan entre
ellas, deberían ser presentados.
Cuando
asistimos a cualquier acto (fiesta, reunión, encuentro de trabajo, etc.) surge
la cuestión de las presentacione. También cuando vamos acompañados por la calle y nos
encontramos con personas que no se conocen entre ellas. Las
relaciones sociales, las conversaciones e incluso muchos negocios empiezan previamente con la
presentación de las personas por una tercera parte conocedora de ambas. Da lo
mismo donde se encuentre: una reunión, una cafetería, en la calle. Siempre se
deben las correspondientes presentaciones.
Las
normas de cortesía subrayan
que siempre que se encuentre con personas que no se conozcan entre ellas,
deberían ser presentados. Es una manera de evitar que estas personas se sientan
excluidas de la conversación. Las excepciones pueden ser en grandes actos donde
el anfitrión no pueda atender a todos sus invitados, ni estar haciendo
presentaciones toda la velada. Para ello, puede contar con la ayuda de amigos
comunes que realizan la tarea de ir presentado gente que no se conozca entre
ella.
"Siempre
que se encuentre con personas que no se conozcan entre ellas, deberían ser
presentados"
Las
tres reglas básicas para
hacer las presentaciones son por razones
- sexo.
- edad.
- rango-categoría.
Es decir, a
la mujer siempre le es presentado el hombre. El más joven siempre es
presentado al de mayor edad. Y el de menos rango o categoría, siempre es
presentado al de mayor rango o categoría. Hay excepciones, en presentaciones en
que se dan dos supuestos de los indicados. Por ejemplo, una chica joven y un
anciano. Prevalece la edad al sexo y será la chica presentada a la persona
mayor. La mayor parte de las excepciones
vienen dadas por una lógica cortesía, que nos indica si hay que
variar este "orden" básico.
Las
reglas anteriormente expuestas, pueden variar en función del entorno donde
tenga lugar el encuentro. Por ejemplo, en el trabajo, por
razones obvias, no se presenta a un directivo primero a su secretaria y luego
al jefe (por lo que prevalece el cargo al sexo), pero si al contrario si esa
misma situación se da en una fiesta o en la calle. Lo mismo ocurre con otros
muchos detalles de cortesía que por pura operatividad y funcionalidad de los
negocios se obvia. Por ejemplo, no va a levantarse de su silla cada vez que su
secretaria entra en el despacho (aunque según la cortesía siempre debe ponerse
de pie un hombre ante la presencia de una mujer).
Las excepciones más comunes a las reglas dadas
la edad
y la categoría prevalecen sobre el sexo. Dos personas del mismo sexo: se
presenta la más joven a la de más edad, pero aun siendo de distinto sexo,
también prevalece la edad. Lo mismo ocurre con la categoría. En
los lugares de trabajo, prevalece la jerarquía establecida en la empresa.
Se puede dar el caso de tener que presentar dos personas, cuyas definiciones
por categoría y edad nos son difíciles de determinar (no sabemos bien quien es
mayor o quien tiene mejor puesto o título). Podemos tratar de enterarnos quien
"es más" (el mayor, de más categoría) u optar por buscar un tercero
que nos haga la presentación de estas personas.
Lo
más utilizado es decir el nombre completo de las personas presentadas. Por ejemplo: Juan Vostel te
presento a Carlos Frestor. También podemos empezar diciendo sólo el nombre de
pila, para terminar dándole el nombre completo: Alejandra te presento a Juan
Vostel. Juan, Alejandra Presnart. En el caso de parejas, puede presentarla como
su esposa o compañera: Carlos, mi esposa. O también, mi esposa seguida de su
nombre completo. Pero no debe presentarla como la Señora de... su apellido. Eso
lo pueden hacer terceras personas que no sean el marido (por ejemplo un
tercero: Maria Preti, señora de Vostel).
La
fórmula de introducción a la
presentación suele ser: Permítame que le presente a ... También se utiliza:
Disculpe o disculpe que le interrumpa, quería presentarle a ...
Ante
las presentaciones, las fórmulas para responder más utilizadas son: Encantado de
conocerle, es un placer, e incluso cuando la persona tiene una gran
categoría o prestigio se puede responder con "Es un honor...".
Hay fórmulas
menos formales que
se utilizan en actos más familiares e íntimos, como es: Me alegro de ..., pero
solo debe utilizarse para actos poco formales. Al igual que en la
correspondencia ya no se utilizan fórmulas obsoletas como "a sus pies ,
señora", "para lo que guste mandar ..." y fórmulas similares.
"Los hombres se dan un apretón
de manos; las mujeres, se suelen dar un beso"
Hay
actos multitudinarios, en los que los anfitriones no pueden presentar a todos
sus invitados. En algunos de estos casos, es perfectamente válida la
autopresentación. Podemos hacerlo con una fórmula similar a:
"Permítame que me presente...". En estos casos, además de decir
nuestro nombre completo, es conveniente añadir el motivo de nuestra
presentación o interés por la persona a la que hemos "abordado".
La
autopresentación, también es muy utilizada en el entorno laboral: Hola soy
Carlton Lasqui, el nuevo ayudante de dirección. Siempre debe indicar su nombre
completo y cargo o función en la empresa.
Si las
presentaciones se hacen cuando están todos de pie no hay más que seguir las
reglas anteriormente dadas. Pero hay otras situaciones:
§ Un caballero siempre se pone en pie cuando se le presenta
a alguien, nunca puede permanecer sentado.
- § Las señoras no tienen por qué levantarse ante otras damas o los caballeros. Pero si la persona es de edad avanzada, es correcto hacerlo. Si la señora es de su edad, es una actitud cordial el hacerlo, pero no obligatorio.
- § Si se llevan guantes, los caballeros se deben quitar al menos el de la mano con la que se va a saludar. Las señoras pueden permanecer con ellos puestos.
- § Si el caballero lleva sombrero, boina o gorra, deberá descubrirse, mientras que las señoras pueden permanecer "cubiertas".
- § Si estamos en una sala o habitación y entra alguna personalidad, es correcto que todos se pongan en pie como señal de respeto (aunque es una costumbre que se ha ido perdiendo desde la base, cuando se ponían en pie en la clase cuando entraba el profesor).
Lo anteriormente expuesto, tiene sus partes conflictivas, por
ejemplo, cuando se encuentran personas que no se caen bien, e incluso que son
reconocidos enemigos. Tendremos que sacar nuestra buena educación
y todos nuestros conocimientos de buenas maneras, para salir airoso de
esta situación. Lo mismo ocurre cuando vamos a presentar a dos personas, pero
de una de las cuales no recordamos el nombre. Utilice una fórmula de este tipo:
"Ustedes ya se conocen, ¿verdad?; otra "Les presenté anteriormente,
¿no es cierto? o fórmulas similares. Ante todas estas situaciones, lo mejor es tener
"tacto" a
la hora de realizar las presentaciones, respetando las reglas básicas.
MUY BUENA LA PAGINA. ME GUSTO MUCHO
ResponderEliminarExcelente y muy instructiva!!
ResponderEliminarMuy informativo el tema.
ResponderEliminarExcelente, me encantó
ResponderEliminarExcelente, me encantó
ResponderEliminarmuy buen informe.
ResponderEliminarDe acuerdo con lo dicho en este informe, ademas lo considero de mucha utilidad ya que es necesario que la sociedad especialmente la nuestra adhiera las cortesías como una forma de vivir en convivencia para con su prójimo. Mis felicitaciones Mayubis!!
ResponderEliminarExcente!
ResponderEliminarExcente!
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ResponderEliminar¿En que libro la escritora francesa la escritora francesa Louise de Vilmorin, define: “La cortesía es el deseo de no ofender a nadie, de ser agradable en forma natural y que las malas maneras son un atentado contra la propia dignidad. Existen ciertas reglas de comportamiento en la vida y seguirlas hace más fácil y grata la convivencia.” ?
ResponderEliminarMe puedes por favor indicar