martes, 9 de agosto de 2016

LAS NORMAS DE CORTESIA



La belleza puede ser reforzada con una buena educación, la cual puede ser adquirida a través de las normas de etiqueta y cortesía, que son imprescindibles para  las relaciones sociales del ser humano, ya que los principios rigen la conducta humana y su objetivo es facilitar la vida en común.



De acuerdo con la  escritora francesa Louise de Vilmorin, la cual define: “La cortesía es el deseo de no ofender a nadie, de ser agradable en forma natural y que las malas maneras son un atentado contra la propia dignidad. Existen ciertas reglas de comportamiento en la vida y seguirlas hace más fácil y grata la convivencia.

La cortesía es un comportamiento humano de buena costumbre; en la mejor expresión es el uso práctico de las buenas costumbres o las normas de etiqueta. Es un fenómeno cultural definido y lo que se considera cortés en una cultura puede a menudo ser absolutamente grosero o simplemente extraño en otra.

Los sociólogos Penélope Brown y Stephen Levinson identificaron dos clases de cortesía, derivando del concepto de Erving Goffman de imagen (face en inglés):



Cortesía negativa: Haciendo una petición menos transgresora, por ejemplo: si a usted no le importa... o si no es demasiada molestia...; respeta el derecho de una persona de actuar libremente. Significa deferencia. Hay un mayor uso de elementos indirectos del discurso.


Cortesía positiva: Busca establecer una relación positiva entre las dos partes; respeta la necesidad de una persona de gustar y de ser entendido. 



Los elementos directos del discurso, los juramento y las máximas de Paul Grice se pueden considerar aspectos de la cortesía positiva porque:

§  Demuestran el conocimiento de que la relación es bastante fuerte para hacer frente a lo que normalmente sería considerado descortés (en la comprensión popular del término);

  • §  Articulan un conocimiento de los valores de la otra persona, que satisface el deseo de la persona de ser aceptado.

  • §  Algunas culturas parecen preferir una de estas clases de expresión de cortesía. De esta manera la cortesía está culturalmente definida.



Las normas de cortesía subrayan que siempre que se encuentre con personas que no se conozcan entre ellas, deberían ser presentados.







Cuando asistimos a cualquier acto (fiesta, reunión, encuentro de trabajo, etc.) surge la cuestión de las presentacione. También cuando vamos acompañados por la calle y nos encontramos con personas que no se conocen entre ellas. Las relaciones sociales, las conversaciones e incluso muchos negocios empiezan previamente con la presentación de las personas por una tercera parte conocedora de ambas. Da lo mismo donde se encuentre: una reunión, una cafetería, en la calle. Siempre se deben las correspondientes presentaciones.


Las normas de cortesía subrayan que siempre que se encuentre con personas que no se conozcan entre ellas, deberían ser presentados. Es una manera de evitar que estas personas se sientan excluidas de la conversación. Las excepciones pueden ser en grandes actos donde el anfitrión no pueda atender a todos sus invitados, ni estar haciendo presentaciones toda la velada. Para ello, puede contar con la ayuda de amigos comunes que realizan la tarea de ir presentado gente que no se conozca entre ella.

"Siempre que se encuentre con personas que no se conozcan entre ellas, deberían ser presentados"


Las tres reglas básicas para hacer las presentaciones son por razones
  • sexo.
  • edad.
  • rango-categoría.

Es decir, a la mujer siempre le es presentado el hombre. El más joven siempre es presentado al de mayor edad. Y el de menos rango o categoría, siempre es presentado al de mayor rango o categoría. Hay excepciones, en presentaciones en que se dan dos supuestos de los indicados. Por ejemplo, una chica joven y un anciano. Prevalece la edad al sexo y será la chica presentada a la persona mayor. La mayor parte de las excepciones vienen dadas por una lógica cortesía, que nos indica si hay que variar este "orden" básico.


Las reglas anteriormente expuestas, pueden variar en función del entorno donde tenga lugar el encuentro. Por ejemplo, en el trabajo, por razones obvias, no se presenta a un directivo primero a su secretaria y luego al jefe (por lo que prevalece el cargo al sexo), pero si al contrario si esa misma situación se da en una fiesta o en la calle. Lo mismo ocurre con otros muchos detalles de cortesía que por pura operatividad y funcionalidad de los negocios se obvia. Por ejemplo, no va a levantarse de su silla cada vez que su secretaria entra en el despacho (aunque según la cortesía siempre debe ponerse de pie un hombre ante la presencia de una mujer).



Las excepciones más comunes a las reglas dadas


la edad y la categoría prevalecen sobre el sexo. Dos personas del mismo sexo: se presenta la más joven a la de más edad, pero aun siendo de distinto sexo, también prevalece la edad. Lo mismo ocurre con la categoría. En los lugares de trabajo, prevalece la jerarquía establecida en la empresa. Se puede dar el caso de tener que presentar dos personas, cuyas definiciones por categoría y edad nos son difíciles de determinar (no sabemos bien quien es mayor o quien tiene mejor puesto o título). Podemos tratar de enterarnos quien "es más" (el mayor, de más categoría) u optar por buscar un tercero que nos haga la presentación de estas personas.
Lo más utilizado es decir el nombre completo de las personas presentadas. Por ejemplo: Juan Vostel te presento a Carlos Frestor. También podemos empezar diciendo sólo el nombre de pila, para terminar dándole el nombre completo: Alejandra te presento a Juan Vostel. Juan, Alejandra Presnart. En el caso de parejas, puede presentarla como su esposa o compañera: Carlos, mi esposa. O también, mi esposa seguida de su nombre completo. Pero no debe presentarla como la Señora de... su apellido. Eso lo pueden hacer terceras personas que no sean el marido (por ejemplo un tercero: Maria Preti, señora de Vostel).

La fórmula de introducción a la presentación suele ser: Permítame que le presente a ... También se utiliza: Disculpe o disculpe que le interrumpa, quería presentarle a ...

Ante las presentaciones, las fórmulas para responder más utilizadas son: Encantado de conocerle, es un placer, e incluso cuando la persona tiene una gran categoría o prestigio se puede responder con "Es un honor...".

Hay fórmulas menos formales que se utilizan en actos más familiares e íntimos, como es: Me alegro de ..., pero solo debe utilizarse para actos poco formales. Al igual que en la correspondencia ya no se utilizan fórmulas obsoletas como "a sus pies , señora", "para lo que guste mandar ..." y fórmulas similares.

"Los hombres se dan un apretón de manos; las mujeres, se suelen dar un beso"


Hay actos multitudinarios, en los que los anfitriones no pueden presentar a todos sus invitados. En algunos de estos casos, es perfectamente válida la autopresentación. Podemos hacerlo con una fórmula similar a: "Permítame que me presente...". En estos casos, además de decir nuestro nombre completo, es conveniente añadir el motivo de nuestra presentación o interés por la persona a la que hemos "abordado". 

La autopresentación, también es muy utilizada en el entorno laboral: Hola soy Carlton Lasqui, el nuevo ayudante de dirección. Siempre debe indicar su nombre completo y cargo o función en la empresa.






Si las presentaciones se hacen cuando están todos de pie no hay más que seguir las reglas anteriormente dadas. Pero hay otras situaciones:

§  Un caballero siempre se pone en pie cuando se le presenta a alguien, nunca puede permanecer sentado.

  • §  Las señoras no tienen por qué levantarse ante otras damas o los caballeros. Pero si la persona es de edad avanzada, es correcto hacerlo. Si la señora es de su edad, es una actitud cordial el hacerlo, pero no obligatorio.

  • §  Si se llevan guantes, los caballeros se deben quitar al menos el de la mano con la que se va a saludar. Las señoras pueden permanecer con ellos puestos.

  • §  Si el caballero lleva sombrero, boina o gorra, deberá descubrirse, mientras que las señoras pueden permanecer "cubiertas".

  • §  Si estamos en una sala o habitación y entra alguna personalidad, es correcto que todos se pongan en pie como señal de respeto (aunque es una costumbre que se ha ido perdiendo desde la base, cuando se ponían en pie en la clase cuando entraba el profesor).


Lo anteriormente expuesto, tiene sus partes conflictivas, por ejemplo, cuando se encuentran personas que no se caen bien, e incluso que son reconocidos enemigos. Tendremos que sacar nuestra buena educación y todos nuestros conocimientos de buenas maneras, para salir airoso de esta situación. Lo mismo ocurre cuando vamos a presentar a dos personas, pero de una de las cuales no recordamos el nombre. Utilice una fórmula de este tipo: "Ustedes ya se conocen, ¿verdad?; otra "Les presenté anteriormente, ¿no es cierto? o fórmulas similares. Ante todas estas situaciones, lo mejor es tener "tacto" a la hora de realizar las presentaciones, respetando las reglas básicas.

















11 comentarios:

  1. MUY BUENA LA PAGINA. ME GUSTO MUCHO

    ResponderEliminar
  2. De acuerdo con lo dicho en este informe, ademas lo considero de mucha utilidad ya que es necesario que la sociedad especialmente la nuestra adhiera las cortesías como una forma de vivir en convivencia para con su prójimo. Mis felicitaciones Mayubis!!

    ResponderEliminar
  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  4. ¿En que libro la escritora francesa la escritora francesa Louise de Vilmorin, define: “La cortesía es el deseo de no ofender a nadie, de ser agradable en forma natural y que las malas maneras son un atentado contra la propia dignidad. Existen ciertas reglas de comportamiento en la vida y seguirlas hace más fácil y grata la convivencia.” ?

    Me puedes por favor indicar

    ResponderEliminar